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La Candidiasis digestiva

La Candidiasis digestiva

Después de un intercambio enriquecedor y estimulante con un utente, y con la esperanza de hacerlo bien, compartimos con vosotros algunos elementos sobre el abordaje natural de la Candidiasis digestiva.

El SII (Síndrome del Intestino Irritable) es un problema en el que siempre coexisten:

– trastornos del tránsito: que pueden ir desde el estreñimiento obstinado hasta la diarrea crónica

– inflamación de la mucosa intestinal y, más en general, de todos los órganos del tubo digestivo

– disbiosis de la microbiota

Sobre este último punto, cabe señalar que la disbiosis (literalmente: pérdida del equilibrio) está mayoritariamente a favor del sobrecrecimiento bacteriano ya que las poblaciones de bacterias representan el 99,9% de todos los microorganismos que pueblan el intestino. Por otro lado, la microbiota (fracción fúngica) representa menos del 0,1% de la microbiota total por lo cual una disbiosis a favor de una sobrepoblación de levaduras requiere condiciones no solo muy favorables sino también muy prolongadas para que las proporciones bacterias VERSUS levaduras lleguen hasta el punto en que las “dominantes” en el medio se convierten en Candida spp.

Sin embargo, tales situaciones ocurren, especialmente en sujetos con antecedentes de:

– consumo repetido y prolongado de terapias antibióticas

– consumo crónico de drogas y/o alcohol

– quimioterapia

– desequilibrios hormonales significativos

– deficiencia inmunológica significativa

NÓTESE BIEN

Cuando la Candidiasis digestiva es “posible”, un simple coprocultivo permite hacer el diagnóstico mediante la observación directa de Candida spp en cantidad excesiva y la formación de hifas que se encuentran en las heces. Si este examen resulta negativo, el uso de pruebas (con laboratorios privados y con un costo importante) sigue siendo un enfoque poco confiable para una determinada caracterización de la disbiosis.

Ante la Candidiasis digestiva, los objetivos serán, por tanto, los siguientes:

1. regularización del tránsito

Esto puede parecer trivial, pero mientras el tránsito se mantenga alterado es difícil vislumbrar una reducción de la inflamación de la mucosa y, menos aún, poder reequilibrar con éxito la microbiota.

Por ello, es fundamental ante todo poner en marcha medidas en favor de un tránsito regular.

Aquí hablamos principalmente de:

– buenos hábitos como defecar todos los días (incluso en ausencia de estímulos)

– técnicas posturales que favorezcan la expulsión de las heces (como el uso de un taburete para acomodarse en la posición correcta)

– actividad física regular (el sedentarismo es la 1ª causa de estreñimiento crónico)

– técnicas de respiración que promueven el peristaltismo intestinal

– por supuesto alimentación e integración*

*sobre este último punto, es importante entender que el uso de prebióticos, fibras y otros principios activos que aumentan el volumen y el peso de las heces (Psyllium rubio, FOS, etc.) es un enfoque muchas veces contraproducente en caso de Candidiasis ya que las poblaciones de hongos se alimentan de estos nutrientes y provocan fermentaciones importantes que aumentan y agravan los trastornos dolorosos.

Por tanto, es mejor favorecer una dieta normofibrosa con un aporte elevado de agua y suplementos que regulen el tránsito de forma “suave” y no abrasiva para la mucosa. Es aún mejor si son calmantes (aquí mencionaremos Ausilium Tisana que cumple con todos estos criterios).

2. calmar la inflamación y los procesos alérgicos que la sustentan

Remitimos aquí a estos dos artículos para profundizar este punto.

3. reducción de la fracción fúngica en la microbiota y reinstalación de colonias bacterianas abundantes y heterogéneas

Este último aspecto es el más difícil por dos razones:

-> la creencia (errónea) de que el uso de probióticos puede ser inapropiado en caso de Candidiasis.

¡Es todo lo contrario! Ante una proliferación de levaduras, el aporte exógeno de bacterias (en particular, los Lactobacilos) permite actuar como “contrapeso” y favorecer un nuevo desarrollo de la fracción bacteriana de la microbiota.

-> la tendencia (lugar común) a pensar que la única manera de reducir los brotes de hongos es privarse de azúcares en todas sus formas (azúcares simples y complejos) y por lo tanto la necesidad de seguir una dieta muy restrictiva con otros problemas colaterales (falta de energía, frustración, desánimo, dificultad para seguir instrucciones nutricionales, etc.).

Sin embargo, lo que no se dice lo suficiente es que Candida spp también es muy aficionada al hierro. Además, los pacientes con Candidiasis a menudo muestran una anemia importante. Por esta razón, un enfoque “ganador” en el caso de Candidiasis consiste en privar a Candida spp de este nutriente sin quitar al sujeto este mineral esencial.

Para lograr este objetivo, es posible utilizar un principio activo natural, seguro y eficaz: la Lactoferrina (que no es ni contiene lactosa ni proteínas de la leche).

De hecho, la Lactoferrina es capaz de secuestrar el hierro proporcionado por los alimentos para restituirlo únicamente a las células del organismo, privando así a Candida spp del acceso a este nutriente y por tanto induciéndoles a una necesaria regresión ante la escasez.

Hay que tener en cuenta también que al hacer esto no hay un ataque frontal de Candida = no hay liberación de toxinas después de la muerte de las levaduras y la desintegración de las hifas = no hay riesgo de la típica “muerte” en caso de tomar un manejo demasiado agresivo de la Candidiasis y plagado de repercusiones sintomáticas en el sujeto que se somete a ella.

Me permito citar aquí a Lenicand como complemento alimenticio particularmente interesante ya que combina:

– Lactoferrina

– Tabebuia (inmunoestimulante)

– probióticos

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